Si podemos aceptar la perdida, nuestra recuperación será mas rápida y podremos abrazar un nuevo comienzo
(JOPD)
Los lugares (sector, barrio, comunidad) pueden actuar como umbrales a través de los cuales los
sobrevivientes del Huracán que han permanecido en si sitio, pueden recordar a aquellos que se han ido antes,
aquellos que han migrado y ya no son parte del lugar, y con vidas humanas y la naturaleza, nacidas y por venir. Si uno toma en serio la destrucción física y
emocional causada por el Huracán María, entonces el cuidado de "nuestro
lugar" (sector, barrio, comunidad ) es una forma de integrarnos a nuestros mundo actual que puede ayudar a crear lugares socialmente sostenibles a
través de las generaciones. A través de actividades psicosociales, las personas
afectadas se convierten en expertos residentes, pueden percibir, y dar un valor figurativo a la destrucción causada por el Huracán Maria en la ubicación geográfica el entorno ambiental de el lugar en
que habitan.
Poco a poco las personas afectadas comienzan a expandir sus percepciones
de lo ocurrido-- de lo que me paso a mi a lo que nos paso a nosotros-- y abren vías en su memoria que generan posibilidades de
pertenencias compartidas entre los vecinos en un nuevo "lugar"
(barrio, sector, calle) restablecido. Estas se reflejan en reflexiones sobre lo que hemos vivido juntos (lo bueno y lo malo, lo pícaro y lo serio).
Las personas afectadas, a través de
actividades de apoyo psicosocial, aceptan la responsabilidad por la falta de
preparativos, personal y colectiva, para afrontar el Huracán, participar en actividades de duelo,
comenzar un proceso de transformación emocional y visualizar el
desarrollo de un nuevo lugar físico, emocional y ambiental como grupo. Aceptar y elaborar la pérdida se
convierte en un camino dinámico de desarrollo, donde podemos descartar las
ruinas físicas y figurativas causadas por el Huracán y abrazar un nuevo comienzo, es decir, un lugar
restablecido.
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