Monday, December 25, 2017

Jesús la luz del mundo, ilumina  a nuestra isla con su luz
(JOPD)
25 de diciembre de 2017

Ya hace mas de 100 días que muchas personas no tienen luz en Puerto Rico. Podemos atribuir este fenómeno a tres razones entrelazadas: (1) limitación del pueblo en escoger lideres que tengan la capacidad de tomar decisiones basadas en la necesidades del pueblo; (2) lideres que son ignorantes de procedimientos para manejo de crisis y emergencias;  y (3) una infra estructura deteriorada en el país. Estos factores proveyeron el espacio para qué el Huracán Maria destruyera la belleza natural de nuestra Isla. El resultado que muchos atribuyen al Huracán es la falta de luz, el quebrantamiento físico, psicológico y social, y la dependencia en “los de afuera para que  nos resuelvan”.

En realidad este Huracan ha proveído el espacio para que reflejemos en Jesucristo, en el transcurso de los días angustiosos de recuperación y en estos días durante la época navideña. Cuando el pueblo esta mas empeñado en ponerse de pie, para mostrar al mundo que la luz de Jesús los ilumina y señala el camino adelante, hacia el bienestar físico, psicológico, sociológico y espiritual.

Aprovechemos el espacio que nos dio el Huracan Maria, para reflexionar sobre donde estamos hoy, el día de navidad. La gran proclamación del día es: “Jesús es la luz del mundo” (Juan 8:12-20). Los hermanos de las iglesias en Puerto Rico, con que he tenido la oportunidad de hablar, me comentan como llevan a cabo los servicios de zona o cultos en las iglesias: “Con luz de quinqués, lámparas de batería o generadores eléctricos.”

Juan 8:12  señala que "Jesús les habló, diciendo: 'Yo soy la luz del mundo'".  Jesús es la luz de Puerto Rico hoy y siempre. De hecho, él dice: "El que me sigue no andará en tinieblas". Lo que significa que si lo seguimos caminaremos en la luz.

Jesús es la luz del mundo. Si lo sigues ahora, lo tendrás como tu luz antes de ese gran día. Es cierto, él revelará tus pecados. Que es un regalo precioso, como el afortunado diagnóstico temprano de un cáncer mortal. Pero aún más, revelará todo lo que es hermoso. Él será la luz en la que verá a Dios: la luz en la que ve la historia de la redención y la obra de la salvación.

Él es la luz que ilumina  el Yunque, el Cerro Maravilla y La Puntita;  el es la luz que ilumina el valle de Cayey, el valle de Lajas, el valle del este; es la luz que ilumina al océano atlántico y el mar caribe; es la luz que ilumina los ríos La plata, Guajataca y el Rio grande de Loiza; es la luz que ilumina el guayacán, el cupey y el jagüey, es la luz que ilumina al alelí, las buganvilias, y las amapolas; es la luz que ilumina la paloma sabanera, el pitirre  y las cotorras: y te ilumina a ti y a mi.

Puerto Rico va a ser diferente después de este periodo de oscuridad y tinieblas. Nada volverá a ser lo mismo cuando tengas a Jesús como tu luz. Todo se ve diferente ante la luz de Cristo. Sí, incluso huracanes, deslaves, falta de agua potable y de comunicación. Hasta que su luz llene la isla como las aguas cubren el mar - hasta que destierre el pecado, la enfermedad, el dolor y hasta la oscuridad exterior - hasta entonces, incluso ahora, su luz te ayudará a soportar las inseguridades causadas por la oscuridad. Será un suave resplandor consolador en tu habitación, en lo que queda de tu casa o en el albergue, después de la pérdida devastadora. Será una lámpara en tu camino. Revelará la cara sabia y amorosa de Dios detrás de cada providencia que frunza el ceño.

No importa la tribulación, ni la ansiedad o la depresión que hoy experimentamos. Cuando lo seguimos lo tenemos a él, como la luz de la vida. "Yo soy la luz. . . Quien me sigue . . tendrá la luz. . "Me tendrás a mí, dice, como tu luz. Si me sigues, me tienes a mí. Soy todo tuyo. Yo soy tu Pastor y tu Sacrificio y tu Agua Viva y tu Pan del Cielo y tu Dios, y tu Luz.

Nota la última frase de Juan 8:12: "Tendrás la luz de la vida". ¿Cuál es la conexión entre la luz y la vida? Juan 1: 4 da la respuesta: "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres". La vida da la luz. La vida que Jesús tiene, y la vida que comparte con quienes lo siguen, les da luz. Es decir, estamos muertos y cegados a la luz hasta que la vida de Jesús nos la imparta el Espíritu de Dios, y entonces vemos. Los ojos de nuestros corazones se abren y la luz divina fluye hacia nuestros espíritus vivientes. Y así tenemos la luz de la vida. La luz que proviene de la vida nueva, espiritual y reveladora: la vida que da vista al alma ciega, la vida eterna que da visión eterna.

Esto es lo que creo que significa:

  •      El hecho de que Jesús sea "la luz del mundo" significa que el mundo no tiene otra luz que él. Si va a haber una luz para el mundo, será Jesús. Es Jesús o la oscuridad. No hay una tercera alternativa. Ninguna otra luz.

  •       Significa que el mundo fue hecho para esta luz. Esta no es una luz extranjera. Esta es la luz del dueño del mundo. Cuando llega esta luz, no solo hace que el pecado parezca extranjero y feo, sino que también hace que todo lo bueno en el mundo brille con su belleza plena y verdadera. Este mundo fue hecho para ser iluminado por esta luz. Esta luz de Cristo es originaria del mundo.

  •       Finalmente Jesús siendo "la luz del mundo" significa que un día este mundo se llenará con esta luz como las aguas cubren el mar. En ese día, todo será luz. Jesús, el resplandor del Padre, llenará de verde luz nuestro Puerto Rico, y todo será hermoso con la luz de Cristo.

Tuesday, December 19, 2017

PENSAMIENTO SOBRE LA EPOCA DE NAVIDAD 
(JOPD)
22 de diciembre 2017

La tradición Cristiana en su plétora de manifestaciones escoge el mes de diciembre como el período de celebración del nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Por lo general los cuatro domingos previa a la nochebuena se comparten los temas de (1) esperanza, (2) paz, (3) gozo y (4) amor. En nuestro entusiasmo de compartir la palabra pasamos por alto un significado importante de la época que anuncia en Isaías 9:6, donde anuncia el profeta: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado”.

Esperanza. La esperanza se manifiesta en gozo, porque se basa en la resurrección de Jesús. Su esperanza aumenta cuando el creyente testifica de Dios. La esperanza se mantiene viva al recordar el día de nuestra iluminación. (Hebreos 10:32). La esperanza viva es activa. Se mantiene activa en nuestras acciones: (1) una devoción diaria en la lectura de la Biblia, (2) la oración, (3) congregarse con los hermanas y hermanas en estudios Bíblicos. Pablo nos recuerda: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:37-39). Sentimos esperanza en el nacimiento de Jesús, porque nos recuerda de nuestra salvación.

Paz. La paz es fundamental para que se cumpla el propósito que Dios tiene para ti y para mi. “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2.14) anuncia al Príncipe de paz. La paz de Jesús activa en nosotros una actitud de conquista que se manifiesta en base a nuestra respuesta ante los problemas. “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” (Romanos 14:19). Mi paz os dejo, mi paz os doy (Juan 14:17) Jesucristo nos ha dado su paz. La paz de Dios en nosotros, es un estado anímico tranquilo ya que sabemos que nuestro Dios es un Dios de bienestar, plenitud, prosperidad y victoria. “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros (2 Corintios 13:11)”. Jesús nos dio su paz como herencia (Juan 14:17). La paz de Dios es sobrenatural por lo cual supera lo material las circunstancias que te rodean por ello nada ni nadie te la puede quitar (Filipenses 4:7). “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Dios nos dio a su Hijo para que tengamos paz. Tenemos que confiar que si Dios está en control de nuestra vida también él lo está de cada suceso de tu vida y El nos dará la salida a cada situación.

Gozo. El gozo nos llega a través de un ángel: "os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy… un salvador que es Cristo, el Señor". Jesucristo es la razón del gozo de la navidad. Si nuestra vida la llenamos con Él, experimentaremos el gozo de toda la vida. El gozo es una aseveración universal. El corazón del evangelio es el texto que lee: "Porque de tal manera amó Dios al mundo.." (Jn. 3:16ª). Cuando Cristo estuvo predicando en medio del pueblo judío dejó muy claro que su misión y visión era incluir a la humanidad: "También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer y oirán mi voz.." (Jn. 10:16) La navidad tiene la misión de contagiar al mundo con el gozo que fue anunciado por el ángel. El gozo es la promesa de salvación. El ángel dijo: "No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo; que os ha nacido hoy… un salvador, que es Cristo el señor". El gozo de la noticia radicaba en el nacimiento de un niño único, extraordinario, el "verbo encarnado". Este niño que ha nacido también es "Dios con nosotros". El Mesías por tanto años esperado, el "anhelado" de todas las naciones, el "Cordero de Dios" quien vendría a quitar el pecado del mundo. Tan especial era ese niño que el ángel anunciaba "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es nado, y el principado sobre su hombro y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz" (Is. 9:6)

Amor. El amor es un regalo del cielo para la tierra. El regalo mas significativo es el amor de Dios nos ha dado a ti y a mi. “Porque de tal manera amo al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Dios no envió a su Hijo al mundo para salvarnos por medio de él. El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado. Dios te ama a ti y a mi con tan gran intensidad que dio a su Hijo único, para que muriera por nuestra salvación. El viento sopla, donde quiera oyes su sonido pero no sabes ni de dónde viene ni para donde va, hay una libertad total, así es todo aquél que recibe el amor de Dios. Dios viene a dar vida al que él quiere y no lo hace para todos. Ni tu ni yo merecemos ser salvos, porque todos somos pecadores. Pero Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en Él no perezca ni permanezca en la oscuridad, sino que venga a la luz, y tenga la vida eterna. Es un regalo del cielo para la tierra. “porque Dios no envió a su único hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de el. (Juan 3:17) ” . El amor de Dios cruza barreras religiosas, étnicas, de genero y lingüísticas (Juan 4: 7-9). Todos y todas somos hijos e hijas de Dios. El mensaje de la época es que debemos cruzar esas barreras en nuestras vidas. Al llamarnos hermanos y hermanas en Cristo tenemos que estar conscientes que los arreglos divinos operando en nuestra comprensión humana. La vida en Cristo, es movimiento y cambio. “Todo el que cree en Mi puede venir y beber… y de su corazón brotaran ríos de aguas vivos” (Juan 7:38). 

Puerto Rico vive en gran penuria e incertidumbre sobre su futuro. Como Puertorriqueño y Cayeyano yo me hago solidario con mi gente. For eso he hablado hoy sobre este gran regalo, al amor de Cristo, y las implicaciones para nosotros. 

Es mi oración, que nos sentémos en la mesa boricuas y extranjeros, hombres, mujeres y LBGTQI, niños y niñas. adultos y envejecientes, los menos educados y los mas educados, los pobres, la clase media y los ricos y nos envolvamos en la riqueza de ser uno en Cristo Jesús. Rompamos las cadenas que nos atan y unámonos con la fuerza que emana de la cruz. Desarrollemos de la destrucción de nuestra isla, y de la diversidad que representamos. una comunidad de amor -- es mi deseo para todos y todas en esta significativa época del año.

Wednesday, December 6, 2017


Si podemos aceptar la perdida, nuestra recuperación será mas rápida y podremos abrazar un nuevo comienzo 

(JOPD)

Los lugares (sector, barrio, comunidad) pueden actuar como umbrales a través de los cuales los sobrevivientes del Huracán que han permanecido en si sitio, pueden recordar a aquellos que se han ido antes, aquellos que han migrado y ya no son parte del lugar, y con vidas humanas y la naturaleza, nacidas y por venir. Si uno toma en serio la destrucción física y emocional causada por el Huracán María, entonces el cuidado de "nuestro lugar" (sector, barrio, comunidad )  es una forma de integrarnos a nuestros mundo actual que puede ayudar a crear lugares socialmente sostenibles a través de las generaciones. A través de actividades psicosociales, las personas afectadas se convierten en expertos residentes, pueden percibir, y dar un valor figurativo a la destrucción causada por el Huracán Maria en  la ubicación geográfica el entorno ambiental de el lugar en que  habitan. 

Poco a poco las personas afectadas comienzan a expandir sus percepciones de lo ocurrido-- de lo que me paso a mi a lo que nos paso a nosotros-- y abren vías en su  memoria que generan posibilidades de pertenencias compartidas entre los vecinos en un nuevo "lugar" (barrio, sector, calle)  restablecido. Estas se reflejan en reflexiones sobre lo que hemos vivido juntos (lo bueno y lo malo, lo pícaro y lo serio).

Las personas afectadas, a través de actividades de apoyo psicosocial, aceptan la responsabilidad por la falta de preparativos, personal y colectiva, para afrontar el Huracán, participar en actividades de duelo, comenzar un proceso de transformación emocional y visualizar el  desarrollo de un nuevo lugar físico, emocional y ambiental como grupo. Aceptar y elaborar la pérdida se convierte en un camino dinámico de desarrollo, donde podemos descartar las ruinas  físicas y figurativas causadas por el Huracán y abrazar un nuevo comienzo, es decir, un lugar restablecido.


Saturday, December 2, 2017

Diez semanas después del Huracan María.
¿Como recupero el deseo de seguir viviendo?
(JOPD)

2 de diciembre 2017

La destrucción de dos huracanes (el huracán Irma y el huracán María) en Puerto Rico en menos de un mes causó una catástrofe nunca vista en la cadena de islas del Caribe. En menos de un mes, el huracán María, el 20 de septiembre, un huracán de categoría 4, cruzó la isla desde el sudeste hacia el noroeste, dejando una franja de destrucción que nunca se experimentó en Puerto Rico. Este huracán ha creado pérdidas catastróficas de entorno natural y construido.

Como resultado del Huracán María, el pueblo puertorriqueño,  comenzó a sentir el impacto psicosocial de la destrucción: pérdida de energía eléctrica, agua potable, comunicaciones y desplazamiento masivo a los Estados Unidos.

Si bien hay intentos de reconstruir la red eléctrica, despejar la basura y satisfacer las necesidades básicas de la ciudadanía, ha habido una cobertura limitada de los resultados psicosociales de este huracán en el pueblo de Puerto Rico. Este escrito intenta clarificar las causas y la respuesta emocional de las personas, familias y comunidades afectadas. En un esfuerzo por sobrevivir al impacto, la población afectada se volvió muy excitada, un estado que ha durado aproximadamente diez semanas.

La mente y el cuerpo entraron en un estado sin precedentes de mayor activación psicológica, social y neurológica. Las personas afectadas se están enfocando en sus necesidades inmediatas, independientemente de las relaciones preexistentes con la comunidad. Lo cual crea un sentido de aislamiento (Tengo que bregar con esto yo solo). La excitación y las  alta activa los instintos de supervivencia aumentan la actividad física y psicológica. El cerebro se enfoca en la amenaza. La atención se centra en la supervivencia, por lo que el cuerpo libera recursos físicos y psicológicos para hacer frente a la necesidad inmediata de sobrevivir.

El esfuerzo es tal que la visión del mundo se vuelve muy estrecha, por lo que la atención hacia uno mismo y la conciencia del vecindario y la comunidad se reduce considerablemente. Ahora lo importante para las personas afectadas es reemplazar la percepción de la pérdida física, ambiental y social y sustituirlas por intensas impresiones que dominan la experiencia de sobrevivir al huracán. El pueblo puertorriqueño se ha sometido a un proceso radical de reorganización psicosocial para enfrentar el "aquí y ahora". Su percepción de esta nueva realidad excluye el futuro y el pasado. Es posible que un gran porcentaje de la población experimente estrés post trauma, sino no pueden manejar los cambios psicosociales y físicos de la nueva realidad comunal Puertorriqueña.

El  proceso de "desprendimiento psicosocial" resulta en una profunda interrupción de la continuidad preexistente y el desarrollo continuo de los aspectos psicosociales de la vida individual y colectiva. Dado a que el desprendimiento no es familiar, las personas afectadas no reconocerán la interrupción psicosocial en su ser, ni tampoco comprenderán su impacto en su futuro crecimiento y evolución psicosocial en su lugar, este desapego psicosocial afectará la continuidad normalmente constante, que se da por sentada y no experimentada conscientemente durante nuestras vidas.

Existen tres factores que afectarán la continuidad de la vida: (1) el sentido subjetivo de muerte inminente, lesión e impotencia; (2) cuán inmersas están las personas afectadas en escuchar los sonidos y la furia de los vientos, la lluvia y la ola de destrucción; y (3) cómo ha perdurado la amenaza percibida, identificando cuándo se restablecerá la seguridad y la protección. En el caso de Puerto Rico, han transcurrido diez semanas y aproximadamente la mitad de la isla carece de electricidad, agua potable y comunicaciones.

Nuestra expectativa referente al ciclo de vida, es que el cuerpo humano se pierda en la muerte. Sin embargo en este ciclo el impacto psicológico después del Huracan,  puede conducir a desconexiones corporales (síntomas psicosomáticos), falta de interés en las sensaciones (comida, calor o sexualidad), disociación y entumecimiento en el cuerpo, y  experiencias fuera del cuerpo. Todos estos síntomas están asociados con el estrés traumático causado por el huracán. El costo emocional en el desarrollo psicosocial de los sobrevivientes tiene  implicaciones importantes para el futuro:

ü  Cuántos de los amigos, miembros de la familia y miembros conocidos de la comunidad han muerto, desaparecido y dado por muerto o cuyo destino se desconoce.

ü  ¿Dónde se encuentran los familiares, amigos y miembros de la comunidad, quienes han desaparecido a través de la migración o movimiento involuntario dentro de Puerto Rico, como resultado del huracán María?

ü  Cómo nuestras vidas han cambiado después de enfrentar la muerte y ahora muestran una pérdida de motivación hacia el disfrute de las interacciones diarias con familiares y amigos, y otras actividades comunitarias normales? El trabajo o profesión, la casa, el vecindario y las posesiones ya no son importantes.

ü  Las ambiciones futuras, los objetivos y el propósito de la vida han sido cancelados por el huracán.

ü  En muchos hay una pérdida de sentido del lugar. La preparación para la muerte significa perderse a uno mismo, causando problemas de identidad y de supervivencia, o es un cambio por el huracán.

El huracán María ha causado consecuencias complejas para el cuerpo, la mente y los sistemas sociales. El desapego y la pérdida del sentido del lugar afectan la continuidad de las relaciones sociales. El efecto psicosocial de este huracán ha roto o degradado el sentido físico, ambiental y figurativo del lugar que tanto apoya a las personas afectadas y sostiene el apego al lugar y entre sí.

Después del huracán, y a pesar del lento proceso de recuperación, las personas afectadas que permanecieron en sus barrios y pueblos han comenzado a restablecer su lugar formando un nuevo sistema comunitario orientado a la supervivencia donde el alto estado de desprendimiento se transforma en una gran energía para el restablecimiento del lugar. Las personas afectadas por el desastre están desarrollando una característica común de la experiencia del desastre y su pérdida de lugar. Ahora las comunidades han adquirido un significado colectivo  el uno para el otro y para la sociedad en general ("Yo no me quito"). Vamos mejorando cada día. El camino es estrecho y largo pero el deseo de sobrevivir nos hace fuertes y capaces de seguir hacia adelante y convertirnos en un pueblo mas resilientes.